El novio, como manda la tradición, ayudó a salir del coche a una guapísima y felicísima novia vestida de rojo.
Intercambio de anillos y entrega de arras, para símbolizar la unión y el deseo de compartir, en el maravilloso Salón Azul.
Aprovechamos otra sala muy especial del Ayuntamiento, el Salón de Plenos, para hacer alguna fotos de grupo y, como no, la de los novios y su hijo Pedro.
Después de acabar con las felicitaciones y saliendo de Ayuntamiento amenazaba lluvia ... lluvia de arroz para la novia y el novio afortunados.
Y ya solo queda celebrarlo con la familia comiendo y disfrutando de la tarde en un restaurante del Puerto de Alicante.
Enhorabuena familia!!!